"El Nuncio del Papa anima a los católicos a «defender con valentía el don de la libertad» en España" dice el titular de ABC.
Todavía podemos recordar, unos porque lo hemos visto y otros porque se lo cuentan, cuando enlas iglesias, al finalizar los actos, daban "gracias al Papa, a nuestro obispo Antonio"(en mi caso) y al Caudillo Francisco Franco por..."
Recuerdo que en ese momento había alguno que se levantaba y saludaba con el brazo en alto al estilo fascista.
La Iglesia, en estos casos, tenía los ojos cerrados, era uña y carne con la dictadura española, esa misma dictadura que no admitía otra libertad que la suya, conviertiéndose en cómplice gustoso de la ausencia de libertades. Esto mismo pasaba en la Alemania nazi de Hitler y en la Italia fascista de Mussolini, por poner unos ejemplos cercanos y conocidos.
Ahora, a estas alturas de la democracia española, donde todavía no han pedido perdón por alinearse con la dictadura -falta de democracia-, cuando no alzaron la voz en los púlpitos para que pudiera hablar el pueblo español en libertad, quieren movilizar a los creyentes para que defiendan con libertad el "don" de la libertad, como si la libertad fuera un don religioso.
No, señores curas, no, la libertad no se tiene que defender sólo cuando os interesa, cuando os parece, hay que defenderla siempre, en todo momento y, para ben o para mal, en todos lo sentidos. No se puede pedir defender la libertad cuando la religión católica no admite que las mujeres puedan ordenarse sacerdores, eso no es libertad al 100%; no se puede pedir libertad y no permitir a las parejas de homosexuales que se casen, porque eso atenta también contra la libertad de esas personas. Tampoco se puede ser amigo de quienes promueven matar a los demás, como lo ha demostrado el Papa recibiendo la visita de gente a favor de la pena de muerte -sea por condena o por alentar a la guerra- como Aznar o Bush, entre otros.
No señores curas, no cristianos no, creo que las enseñanzas religiosas tienen una ley que dice "no matará", y los representantes de vuestra Iglesia no hacen nada por condenar a los que no cumplen ese mandamiento. Es hora de que pidáis la libertad, pero para liberaros de esas ataduras que os impone la curia eclesiástica.
Todavía podemos recordar, unos porque lo hemos visto y otros porque se lo cuentan, cuando enlas iglesias, al finalizar los actos, daban "gracias al Papa, a nuestro obispo Antonio"(en mi caso) y al Caudillo Francisco Franco por..."
Recuerdo que en ese momento había alguno que se levantaba y saludaba con el brazo en alto al estilo fascista.
La Iglesia, en estos casos, tenía los ojos cerrados, era uña y carne con la dictadura española, esa misma dictadura que no admitía otra libertad que la suya, conviertiéndose en cómplice gustoso de la ausencia de libertades. Esto mismo pasaba en la Alemania nazi de Hitler y en la Italia fascista de Mussolini, por poner unos ejemplos cercanos y conocidos.
Ahora, a estas alturas de la democracia española, donde todavía no han pedido perdón por alinearse con la dictadura -falta de democracia-, cuando no alzaron la voz en los púlpitos para que pudiera hablar el pueblo español en libertad, quieren movilizar a los creyentes para que defiendan con libertad el "don" de la libertad, como si la libertad fuera un don religioso.
No, señores curas, no, la libertad no se tiene que defender sólo cuando os interesa, cuando os parece, hay que defenderla siempre, en todo momento y, para ben o para mal, en todos lo sentidos. No se puede pedir defender la libertad cuando la religión católica no admite que las mujeres puedan ordenarse sacerdores, eso no es libertad al 100%; no se puede pedir libertad y no permitir a las parejas de homosexuales que se casen, porque eso atenta también contra la libertad de esas personas. Tampoco se puede ser amigo de quienes promueven matar a los demás, como lo ha demostrado el Papa recibiendo la visita de gente a favor de la pena de muerte -sea por condena o por alentar a la guerra- como Aznar o Bush, entre otros.
No señores curas, no cristianos no, creo que las enseñanzas religiosas tienen una ley que dice "no matará", y los representantes de vuestra Iglesia no hacen nada por condenar a los que no cumplen ese mandamiento. Es hora de que pidáis la libertad, pero para liberaros de esas ataduras que os impone la curia eclesiástica.
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