18.1.06

Otro golpista

Algunos se creen que por hablar de España y vestir uniforme ya tienen razón y son unos salvapatrias que ven justificada cualqueir acción en nombre de ella, sin darse cuenta que no son más que unos subordinados a la decisión del pueblo español y que no necesitamos nadie que nos venga a salvar de nosotros mismos, sólo necesitamos gente que crea de verdad en la democracia y que no se ampare en ella para sus tejemanejes, y si no le es propicio el resultado electoral se rompe la baraja.

Este capitán de la Legión tiene una gran confusión mental que hay que aclarar enseguida, para eso el ministro de defensa debe ponerse manos sobre el asunto y aclararle, entre otras cosas, qué es la democracia, eso que se jura con la bandera española y el escudo constitucional, aunque nos parece que este aborto de militar lo hizo con la bandera preconstitucional y no admite lo que significa la Canstitución sin rubor alguno.

Hay muchas incorrecciones en su escrito, uno que me ha llamado la atención aunque no sea el más importante es que dice en su carta "plantarme con mi Compañía en el Ministerio de Defensa". Pues no señorito, no es tuya la compañía que el Ejército Español te ha confiado, esa compañía es de todos los españoles, y cuando votamos cedemos su organización al gobierno de turno. Con esa compañía sólo puedes hacer lo que mandan las ordenanzas militares y hacerles cumplir, contigo, lo que mande el Estado, gobierne quien gobierne, sin rechistar lo más mínimo, porque si no estás de acuerdo con que un gobierno democrático mande sobre el ejército, entonces debes dejarlo y, o bien irte a un país donde se gobierne por dictadura y ponerte a sus órdenes, o meterte en política si eres capaz de admitir los procesos democráticos.

Estas actitudes de este supuesto militar harán que muchos justifiquen, como pasó en la Guerra Civil, un levantamiento militar, sin darse cuenta que se están cargando la democracia quienes tienen este comportamiento de falta de respeto a los resutlados de las urnas y de los parlamentos legla y democráticamente establecidos. No hay justificación alguna para las palabras que ha escrito, simplemente la hay para que el ministro le aplique la legislación militar y quizás haya que juzgarle por apología del golpismo.