Hay veces que la memoria deja grabados recuerdos, por alguna razón que desconozco y que no me importa que lo haga, de una menara más especial que otros. Contaré un poco el sentido de esta entrada.
En la imagen estoy con mi amiga y querida Conchi, diré el nombre con el que la conozco desde que íbamos al instituto, aunque ella es más joven de edad y se nota. Pero el recuerdo comienza la noche del 1 al 2 de agosto de 1990, hace 24 años, en la que quedamos para tomar algo, como otras muchas veces, en un bar de la localidad.