20.10.12

Y otro tipo de reforma bancaria



Por razones demasiado evidentes, no seré yo quien diga qué tipo de reformas técnicas o en parámetros económicos tienen que realizar los bancos, eso lo tienen que hacer los expertos. Pero sí puedo proponer otro tipo de modificaciones, estas más relacionadas con la actividad comercial de atención a sus clientes como cualquier otro comercio en el que alguien entra a consumir un producto, sobre todo basada mi apreciación, en la experiencia, a ella voy.

En dos ocasiones, eso deja de ser casualidad, me he encontrado con con amigos que salían cabreados y refunfuñando de distintas cajas de ahorros, ahora agrupadas, porque no les dejaban ingresar dinero en esos momentos. En ambos casos tenían que haberlo hecho en forma y tiempo adecuada a los horarios de la entidad bancaria, no cuando el cliente podía hacerlo. Es decir, no podían pagar unos recibos que sólo se pueden abonar a determinadas horas en determinados días de la semana, obviando que la gente paga cuando puede, cuando reúne el dinero y cuando tiene tiempo para hacerlo, incluso algunas veces pidiendo permiso en su trabajo o robando tiempo a su actividad laboral como autónomo para poder satisfacer esos recibos periódicos que todos tenemos.

Nos han acostumbrado estas entidades, que parecen haberse puesto en un peldaño por encima en su exclusividad sobre todos los comercios pertenecientes a ramos distintos al suyo, a bailar a su son, sin poder ejercer nuestra actividad como clientes en un horario más acorde con las posibilidades de los impositores, como nos suelen llamar de manera técnica, alejándose así de toda relación personal, humana y amigable.
Recuerdo que antiguamente, cuando las cajas de ahorros tenían ese innegable marchamo de ser verdaderas amigas de los ciudadanos, solían trabajar por las tardes, como otro comercio cualquiera en su mismo horario comercial. En cualquier momento una tienda de una población necesitaba cambio para dar la vuelta a sus clientes, por poner un ejemplo, en un instante la caja de ahorros le facilitaba el cambio, es decir, estaba ahí para atender a sus propios usuarios. Poco a poco esto fue cambiando, para bien quizás de sus trabajadores, pero en detrimento del servicio que prestaban. Dejaron de abrir por las tardes y los sábados por la mañana, empezaron a obligar a cumplir unas normas más cómodas para ellos que para nosotros, llegaron los cajeros automáticos en los que tenías que hacer tus operaciones antes que ir a la ventanilla, deshumanizando toda relación. Es cierto que la tecnología es cómoda, pero parece ser que a un alto precio social.

También por propia experiencia he podido comprobar que ante la existencia de colas esperando a ser atendidos en una de las oficinas de la nueva Bankia, estando tres trabajadores presentes sólo uno atendía la cola, los otros estaban mirando, algo que en otros comercios distintos no consentirían, enseguida atenderían a quienes formaban la cola para que no tuviesen que esperar, por eso de atender y cuidar al cliente, que si no lo haces se van a la competencia.

Esto está ocurriendo y es lo que se debe revisar ahora que parece que quieren remodelar la banca española, seguro que los usuarios se lo agradecemos, ahora que su publicidad está encaminada a decirnos lo buenos y fiables que son en lugar de ofrecernos unas sartenes por ingresar dinero, que comiencen por la mejora en la prestación directa de sus servicios a los ciudadanos.

22.4.12

Paseo de Rivera y PANRICO

Viendo el anuncio de Panrico sobre que "vuelven los donuts" me acuerdo de una historia paralela que os voy a contar. En nuestro municipio existe una calle llamada Paseo de Rivera que muchos achacan al pasado falangista de algunos dirigentes de este núcleo pasada la Guerra Civil, pero en realidad el nombre de Rivera obedece al nombre de uno de los vecinos que eligieron esta zona para veranear y librarse de los calores de la capital en una época que no existían aires acondicionados y la manera más parecida de refrigerarse era llevar nieve helada de los neveros de esta zona a las casas de Madrid que se lo podían permitir, eso o venir los tres meses de calor a esta zona, que era la opción que muchas familias eligieron por entonces. 

Por entonces una de esas familias eligió esta zona como comentaba, ubicando su residencia en lo que hoy conocemos como Paseo de Rivera, esa familia unió sus negocios empresariales con el empresario y panadero Andreu Costafreda, formándose la empresa PANificio RIverera COstafreda, dando como acrónimo el conocido PANRICO. Pues bien, este señor que venía aquí a veranear fue el introductor de los famosos DONUTS en España, y este señor era al que conocía mi padre de joven. Por aquí se le llamaba el Marqués de Villa Mercedes, aunque desconozco si realmente tiene ese título nobiliario, lo que sí sé es que tenía prohibido fumar por cuestiones de salud, pero eso no impedía que buscase la manera de poder echarse un cigarrillo de vez en cuando, sobre todo cuando mi padre acudía a llevar algún pedido de las compras de esa familia en el supermercado de la familia Álvarez.

Como mi padre, muy joven aún, tampoco tenía por esa época mucho dinero, como todos los jóvenes y las familias humildes en esos años, no podía permitirse el lujo fumar, por lo que el marqués le daba unos céntimos para comprar tabaco y así ambos podían echarse un cigarrillo a escondidas.

Esta es una de las muchas anécdotas de esa época, yo sólo recuerdo, muchos años después, que el hijo de ese señor solía venir en verano desde EEUU, desde donde hacía traer su moto Harley Davidson que utilizaba para desplazarse por España durante sus vacaciones.

20.3.12

Adiós Vodafone

No es ninguna novedad, y eso es lo grave, que a estas alturas en las que la telefonía móvil lleva funcionando muchos años en España, los usuarios sigan sin recibir una atención adecuada a lo que firman, no más, sólo eso. Por eso escribo mi caso, para dejar constancia de ello y abrir los ojos a quienes poseen una línea de teléfono móvil, para que estén atentos.

La historia comenzó hace mucho tiempo, contaba con una línea móvil con Vodafone como autónomo, y por ser autónomo tengo derecho a mejores ofertas -que nunca usé porque no eran tal- pero tenía el deber de cumplir plazos de permanencia. Llamo para intentar dar de baja la línea y me dicen que tengo que cumplir esa permanencia o pagar una sanción superior a los 200€, un importe mayor a todas las facturas de un año, algo ilógico. Pero lo grave es que para solicitar la baja tengo que hacerlo con 3 meses de antelación, eso les aseguraría seguir cobrando otros 3 meses más. Cumplo con el plazo y el 19 de septiembre envío la documentación como me solicitaron, para que el 20 de diciembre hiciesen efectiva la baja.

Llamo para confirmar hacia esa fecha de diciembre y me confirman que han recibido la documentación, que proceden a la baja. En enero debía recibir la última factura, después ya no debería recibir más facturas, pues no, sigo recibiendo y siguen cobrando del banco. Hago la primera llamada en febrero y me dicen que la línea sigue activa, y que no me vaya, me empiezan a ofrecer de todo, ofertas, descuentos y todo lo imaginable, pese a que le digo claramente al operador que no quiero seguir, insiste de nuevo en que siga, me voy calentando y le digo muy claro que no quiero ninguna oferta, y él insiste en ofrecerme cosas para quedarme. Al final me pasa con el departamento de bajas que toman nota. Fin de la primera conversación.

El 14 de marzo recibo por correo la segunda factura, vuelvo a llamar y me vuelven a tomar nota de la línea y, según la normativa del Ministerio de Industria, porque antes les había llamado, tienen que atender la reclamación y llamarme en un plazo de 48 horas contando cómo está la incidencia. No lo hacen, y hoy veo que cargan en el banco la segunda factura. Me toca llamar de nuevo a Vodafone y me confirman que lo han dejado para descontarlo de las próximas facturas ¿Cuáles si no tengo nada más con ellos contratado? Saben de sobra las cosas que tienes contratadas con ellos, sólo lo hacen para demorar las cosas y contar con el dinero tuyo, a ellos les renta más tu dinero en su cuenta que si te lo devuelven. Al final, tras unos 20 minutos de llamada consiguen cambiar la orden para que me hagan el ingreso en la cuenta, que es lo que procede desde el principio. Me dice el operador que queda resuelto como acabo de mencionar y que me llamarán para confirmarlo, a lo que le respondo que lo dudo, que no le creo porque no lo han hecho según tienen que cumplir por la legislación, es decir, por no haber cumplido con llamar en esas 48 horas tras la reclamación.

Todavía no está confirmado que hayan hecho el ingreso de las facturas que había pendientes, por lo que el asunto sigue su trámite en el ministerio, es lo bueno de tener la firma digital, porque haces el trámite en pocos segundos y luego puedes hacer el seguimiento de la denuncia con esa firma digital. Luego está que sancionen a Vodafone por incumplimiento, primero de no haber dado de baja la línea, después de prácticas comerciales abusivas, cuando dices que no quieres seguir con ellos no pueden seguir insistiendo una, otra y otra vez para ver si te quedas, y luego que no han cumplido con ese plazo legal de avisar en 48 horas. Esto tenía que tener una sanción fuerte para la operadora, para evitar que en el futuro sigan haciendo esta política con los clientes.

Al final han conseguido hacer buena a Telefónica (ahora Movistar) aunque era la maldita del reino español, porque si en un principio esta era pésima, ha mejorado el sistema de atención a los clientes y las nuevas operadoras han empeorado mucho mucho, como muestro en este caso.

Ya contaré cómo se resuelve el asunto, pero estoy seguro que no vuelvo con esta operadora, antes me paso a Orange, que son más o menos iguales, pero con Vodafone, nunca.