29.12.04

Oportunidad perdida

Viendo las imágenes espeluznantes del terremoto de Asia me viene a la cabeza el recuerdo de una oportunidad perdida, pero que tuve la sensación de que se podía hacer.

Fue el 11 de febrero, cuando se celebró la mayor manifestación que jamás había recorrido las calles de nuestro país. Algunos la cifraron en 2 millones de personas coreando una sencilla pero contundente frase "No a la Guerra". En ese momento, entre todo ese gentío y después, cuando veía en la prensa y en televisión que no éramos 2 millones, sino muchísimos más por muchísimas ciudades de todo el mundo fue cuando tuve la sensación de que se podía producir un cambio histórico en el comportamiento humano, en la sociedad de principios del siglo XX! y que afectaría a nuestro futuro de forma enérgica, hasta el punto de ser un punto de ruptura y esa acción poder modificar las sociedades y al forma de vivir.

Pensaba que, por un momento, la influencia de este movimiento contra las guerras podía ganar, que los partidiarios de acudir a las guerras, de sustituir el diálogo de los hombre por las voces de las armas, iban a cambiar y se unirían a la mayoría para poder construir de verdad una sociedad mejor.

En España el gobierno del PP apoyaba la guerra de Iraq, y tengo el convencimiento de que si se hubiera alineado con la sociedad española, en lugar de con la americana, ahora seguiría gobernando. Eso no sería malo si de verdad se produjera el cambio que pensé podía haber. Tenía la esperanza de que podíamos entrar en una época donde se primara el diálogo, el entendimiento, dando ejemplo a otras culturas y provocando que los militaristas cambiaran la forma de pensar, que los terroristas vieran que es inútil su lucha violenta, que el camino del entendimiento es el camino de la solución a los problemas.

Ahora, al ver las secuelas del terremoto, acaban de mencionar que la cifra puede llegar a los 100.000 muertos, pensaba que ese cambio, si se hubiera producido, obraría también en este suceso, ayudando a reconstruir esos países, a que se pasara pronto la pesadilla gracias a la ayuda internacional.

Como no pudo ser, tenemos que conformarnos con las ayudas institucionales y la labor, poco agradecida, de las ONG's, en lugar de disponer la verdadera fuerza que hubiese supuesto un movimiento de Paz que recorrió, por pocas horas, las ciudades de nuestros países y los sueños de muchos de nosotros.

Lo dicho, oportunidad perdida y me parece que irrepetible.




Más suerte debemos tener la próxima vez.

26.12.04

Papeles ¿de Salamanca?

Según los expertos y la historia, muchos de los papeles del archivo de la Guerra Civil de Salamanca no pertenecen realmente a esta ciudad y parece que el resultado final es devolverlos a quien sí pertenecen. No voy a entrar a discutir más sobre este tema, ya hay suficiente debate en la sociedad, como para que intervenga yo sin aportar nada nuevo e interesante.

Pero sí quiero decir que la postura del gobierno de la Junta de Castilla y León no es un sentir de la totalidad de los ciudadanos de esta localidad. Muchos pensamos que esos papeles tienen que estar con sus dueños reales y legítimos, pues fueron obtenidos de una manera ilegal, por decirlo de alguna manera suave. Hay quien hace de todo este asunto un tema político en lugar de cultural e histórico que es. Como gobierno de la nación y de la comunidad son de diferente signo político, hay que hacer todo lo posible para enfrentarse a unos aunque se vaya contra natura.

Digo que el equipo de gobierno no nos representa a muchos para que desde Cataluña no generalicen diciendo que los castellanoleoneses somos tal o cual por estar en contra de entregarlos esos documentos. Hay que tener en cuenta esta postura, pues si bien algunos no compartimos el boicot al cava que se ha impuesto en estas fechas, ellos tampoco pueden 'boicotearnos' con acusaciones que generalicen y deben dirigir sus protestas hacia quien se niega a reconocer lo evidente, incluso la delegación del PP en Cataluña está a favor de la salida de los papeles desde Salamanca.

A cada cual lo que le corresponda.
Conjunto de españoles, los españoles, los ciudadanos de este país, etc... son frases que escuchamos al principal partido de la oposición constantemente, en su autoproclamación de portavoces de los ciudadanos frente al poder del Gobierno. Están totalmente convencidos de que les hemos encomendado el trabajo de hacer llegar nuestras voces hasta lo más alto de la jefatura del estado por medio de las constantes ruedas de prensa, una a cada movimiento del Gobierno.

Pero realmente no es así, por varias razones, pero dos muy importantes y primordiales. La primera razón es que el voto de los ciudadanos españoles, lo calificaría de valiente frente al denominado de 'poco patriota', por haber apostado por un gobierno nuevo frente a uno consolidado pero obsoleto, decía que el voto de los ciudadanos del 14 de marzo de 2004 fue para que hicieran de portavoces de la oposición, no de la mayoría de los ciudadanos.

La segunda razón es muy sencilla de entender: ¿si antes de la invasión a Iraq la mayoría de los ciudadanos estaba contra ella, en porcentajes superiores al 90% y no nos hicieron caso, cómo tienen la osadía de hacerse pasar ahora por nuestros emisarios, cuando en esa fecha despreciaron la mayoría y el sentimiento de los ciudadanos españoles?.

No, señores del PP, no sigan diciendo 'conjunto de españoles' como si fueran nuestros portavoces, sólo lo son de sus votantes, pero no de la mayoría de españoles que votó por dejarlos en el banquillo de la política.