Desde hace un tiempo me hago esta pregunta, basándome en el comportamiento de acérrimos defensores de esta religión que son más integristas católicos que simples practicantes.
La respuesta es, según mi experiencia, que sí, que es muy sencillo ser católico y además poder hacer todo lo que quieras en esta vida, incluido en incumplimiento de los mandamientos sistemáticamente, a la vez que una inetrpretación tendenciosa de las Sagradas Escrituras.
Vemos desde hace un tiempo que no importa saltarse los repceptos católicos que se recogen en los evangelios buscando un fin personal o político determinado. Digo que sí es sencillo ser católico porque a los practicantes de esta religión les sirve dar un palo y luego arrepentirse, les vale no cumplir eso de todos somos iguales, hijos de Dios, perdonar, etc... y tras pasar por el confesionario quedan absuelto de todo problema moralreligioso, ya tienen el alma pura y si se mueren van al Cielo, por mucha fechorías que hayan hecho antes de confesarse.
Es decir, puedes ser todo lo cruel y dañino que quieras, que tras confersarse o en un acto de perfecta contrición queda todo perdonado y te sentarás a la derecha de Dios Padre.
Lo que es difícil es, sin ser católico, comportarte siguiendo directrices básicas de los evangelios -no todas, por supuesto, pero sí las que se refieren al trato con los demás ciudadanos- de manera sistemática y como forma de vivir. Hablo de creer realmente que todos somos iguales, ser buen vecino, etc...
Los católicos lo tienen muy fácil, los no católicos lo tenemos más crudo, aunque, visto lo visto, preferimos no ir al cielo toda la eternidad por las compañías que allí te puedes encontrar. Prefiero el Infierno.
La respuesta es, según mi experiencia, que sí, que es muy sencillo ser católico y además poder hacer todo lo que quieras en esta vida, incluido en incumplimiento de los mandamientos sistemáticamente, a la vez que una inetrpretación tendenciosa de las Sagradas Escrituras.
Vemos desde hace un tiempo que no importa saltarse los repceptos católicos que se recogen en los evangelios buscando un fin personal o político determinado. Digo que sí es sencillo ser católico porque a los practicantes de esta religión les sirve dar un palo y luego arrepentirse, les vale no cumplir eso de todos somos iguales, hijos de Dios, perdonar, etc... y tras pasar por el confesionario quedan absuelto de todo problema moralreligioso, ya tienen el alma pura y si se mueren van al Cielo, por mucha fechorías que hayan hecho antes de confesarse.
Es decir, puedes ser todo lo cruel y dañino que quieras, que tras confersarse o en un acto de perfecta contrición queda todo perdonado y te sentarás a la derecha de Dios Padre.
Lo que es difícil es, sin ser católico, comportarte siguiendo directrices básicas de los evangelios -no todas, por supuesto, pero sí las que se refieren al trato con los demás ciudadanos- de manera sistemática y como forma de vivir. Hablo de creer realmente que todos somos iguales, ser buen vecino, etc...
Los católicos lo tienen muy fácil, los no católicos lo tenemos más crudo, aunque, visto lo visto, preferimos no ir al cielo toda la eternidad por las compañías que allí te puedes encontrar. Prefiero el Infierno.
P.D.: No he querido liarme a citar las escrituras, ni tengo tiempo para hacerlo y sólo es un pensamiento en voz alta.