23.10.05

Pesados con el nacimiento

Hasta el gorro de escuchar hablar por todos los sitios y por todos los medios del alumbramiento del hijo de Felipe y Letizia. No ha nacido y ya estamos cansados de tantas noticias que no lo son.

Pero el otro día, leyendo El País, me encontré con una carta en la que su autor me parece que tiene toda la razón. Decía -con otras palabras- que no es normal y es un desprecio a los trabajadores del sistema público de salud y al resto de los ciudadanos, que la princesa vaya a parir a una clínica privada, cuando su cargo es público y debería dar ejemplo siendo madre en un hospital de los muchos que hay en España, además de ser muy buenos nuestros funcionarios de la salud pública española. No le falta razón, no encuentro la carta, lo leí en la versión en papel por eso no pongo el enlace directo, pero más o menos venía a decir eso, repito, con toda la razón del mundo, son los primeros en dar ejemplo, además de que ellos van a vivir del dinero del Estado, del dinero de todos, también el neonato.

Y hoy viendo las noticias, cuentan que le van a bautizar en una pila bautismal especial, donde sólo se bautiza a los posibles monarcas. Es decir, una discriminación más, pues el patrimonio eclesiático es utilizado sólo por unos -muy pocos- y no por todos los que quieran, incumpliendo esas cosas de "todos somos hijos de Dios" o que "todos somos hermanos".

Vamos, que algunos serán más hijos de Dios que otros, o son hermanos con más derechos que los demás, porque si no no se entiende que se discrimine así a las personas, por nacer de determinados padres, cuando sabemos que eso de ser reyes y príncipes es un título no real, porque lo son gracias al abuso sobre otras familias, además de ser un cargo hereditario no de elección democrática. Una vez más, la Iglesia está del lado del más fuerte, del lado del poder, y no del lado del más débil, de ese que en principio dicen que es a quien hay que cuidar, y todos esos royos religiosos. Una mentira más en las sagradas escrituras.