Hace pocos días pudimos escuchar en una declaración de Manuel Fraga sobre las elecciones gallegas que él y Rajoy se jugaban lo mismo. Nosotros no, los gallegos y el resto de españoles no nos jugamos lo mismo. Tener lo mismo es no avanzar en absoluto, y sí retroceder, pero mucho.
Lo curioso de estas elecciones es que Mariano Rajoy ha anunciado que estaría 10 de los 15 días de la campaña gallega. No recuerdo la cifra exacta, pero en las recientes elecciones vascas creo que no pasó de 3 días apoyando a la candidata del PP. Este desfase en el apoyo a una comunidad u otra es significativo, sobre todo para quien está en la oposición, que tiene la agenda más 'abierta' o libre que quien se encuentre gobernando.
Parece que su idea de ayudar al problema vasco con el terrorismo no es tan importante como parecía pensarse, y que su preocupación es mayor por si se revalida su liderazgo en el partido de derechas que gobierna, o se muta la unión que tienen por una disputa por los puestos, por la dirección, por renovar en lugar de seguir por la misma senda de Aznar.
Es preocupante que un plebiscito autonómico se convierta en apuesta por una persona, significa que hay un problema dentro del PP, y preocupa aún más que donde mayor era necesaria su presencia, menos se prodigó. Podemos recoerdar en este momento que el PP de Euskadi ha bajado porque sus votantes no han ido a votar. Si los hubiesen movilizado el estrecho margen que hay ahora en el gobierno vasco sería muy diferente con un par de escaños más en el PP de los perdidos, y el bloque 'constitucionalista' tendría mucha más fuerza, incluso la posibilidad de gobernar juntos para dajar de 'padecer' el nacionalismo del PNV.
Lo curioso de estas elecciones es que Mariano Rajoy ha anunciado que estaría 10 de los 15 días de la campaña gallega. No recuerdo la cifra exacta, pero en las recientes elecciones vascas creo que no pasó de 3 días apoyando a la candidata del PP. Este desfase en el apoyo a una comunidad u otra es significativo, sobre todo para quien está en la oposición, que tiene la agenda más 'abierta' o libre que quien se encuentre gobernando.
Parece que su idea de ayudar al problema vasco con el terrorismo no es tan importante como parecía pensarse, y que su preocupación es mayor por si se revalida su liderazgo en el partido de derechas que gobierna, o se muta la unión que tienen por una disputa por los puestos, por la dirección, por renovar en lugar de seguir por la misma senda de Aznar.
Es preocupante que un plebiscito autonómico se convierta en apuesta por una persona, significa que hay un problema dentro del PP, y preocupa aún más que donde mayor era necesaria su presencia, menos se prodigó. Podemos recoerdar en este momento que el PP de Euskadi ha bajado porque sus votantes no han ido a votar. Si los hubiesen movilizado el estrecho margen que hay ahora en el gobierno vasco sería muy diferente con un par de escaños más en el PP de los perdidos, y el bloque 'constitucionalista' tendría mucha más fuerza, incluso la posibilidad de gobernar juntos para dajar de 'padecer' el nacionalismo del PNV.