No podemos menos que estar contentos y felices de la noticia de estos días, porque supone hacer justicia a muchos de los ciudadanos españoles que cumplen con sus deberes obligatorios de ser legales en el trato fiscal o económico con el Estado.
El que la policía y los fiscales hayan hecho su labor con la detención y puesta después a disposición de la justicia viene a confirmar el estado de derecho que menciona en sus fundamentos que todos somos iguales ante la ley. Estábamos acostumbrados a ver que quien más dinero 'escondía', menos condena sufría, y quien robaba un poco casi se pudría en la cárcel. Ahora, si todo es como se cuenta, podemos estar en un caso contrario a lo habitual, es decir, quien más tiene más problemas va a tener para abandonar la cárcel, hablando de problemas en referencia a amplitud de condena por los delitos imputados.
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