Considero la decisión de IU un grave error, sobre todo de futuro. La decisión de Rosa Aguilar puede suponer un apoyo a las ideas progresistas de la Junta de Andalucía, no pasa nada porque sea nombrado consejero de otro partido, es más, deberían considerar un honor que alguien de su formación se sume a trabajar por el bien de todos.
Pero la rabieta momentánea les ha hecho cometer el error de echarla de su partido por querer asumir esa consejería para trabajar para la sociedad, para todos los ciudadanos. Estoy seguro que el tiempo me dará la razón, Rosa no tenía por qué abandonar su partido, desde su puesto podría asegurar la ideología de izquierdas, apuntalándola para beneficio de toda la sociedad andaluza.
Cuando vuelvan las elecciones municipales veremos si en Córdoba votaban un programa de partido o votaban a una persona que ha demostrado durante muchos años que era capaz de hacer la cosas bien. Cuando IU de Córdoba sufra un batacazo electoral por este cambio, los que ahora la critican y expulsan deberían dimitir si son consecuentes con las decisiones de las urnas.
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